“Martin me ha dicho que todo aquello que uno entrega, no lo
recupera. Algo así. Él insiste en comparar la literatura con el agua. Dice que
uno tiene acumulada dentro del cuerpo una limitada cantidad de litros que cada
vez que la usa, sea para bien o para mal, caen gotas. Una novela puede gastar
unos cuatrocientos centímetros cúbicos. Un cuento, treinta. Una columna,
quince. Y vamos sumando. Vergara piensa que por escribir tanto me quede sin
nada que decir. Desperdicie mis litros. Termine vacío. Seco.”
“-Estoy todo transpirado, mira,
toca.
-No seas asqueroso.
-Esa es la idea.
-Chao Alfonso. Te quiero.
-A veces. Solamente a veces. Y
nunca lo suficiente.”
“No se puede uno fiar de un
hombre al que le faltan sus presas, Pendejo. Un hombre sin piernas no es un
hombre. Es un espectáculo.”
“-¿Motivos?
-Amor, supongo.
-Pasión. Pendejo. Celos, ansia,
deseo. Pero no amor. ¿Entiendes? El amor es otra cosa. Lo que pasa es que no se
puede vivir sin amor; la gallada hace lo posible por encontrarlo. Por eso lo
confunden todo y queda la tendalada. Por eso se habla de crimen pasional.”
“-Consejo tres: por
sensacionalista que seas, recuerda que eso te pudo pasar a ti. No solo ser
acecinado. Asesinar también. O violar. Nunca se sabe. Cuantas noches a uno no
se le ha pasado la mano. El ser humano es muy débil, muy frágil, Pendejo; la
rabia puede traicionar tus principios mas sólidos. Nunca juzgues y ten piedad;
no te olvides que nadie nace queriendo ser pato malo. Sucede. Uno propone y
Dios, supongo, dispone. La única diferencia entre tú y ese acecino es que tú lo
pensaste y él lo hizo. O lo pillaron. Nadia está a salvo y todos, de alguna
manera, tienen la razón, que no se te olvide Pendejo (…)”
“No me juzgues así como me ves
esta noche. Decrépita, vieja, deshecha. Trata de recordarme como no me
conociste, muchacho. Cuarenta años atrás, ya estarías embobado, hechizado de
mi, imaginando desesperadamente cualquier treta con tal de acostarte con migo.
Ahora a cambio, te doy asco, te apabulla mi fama y quieres huir porque sabes
que colecciono carne joven. Pero algún día no demasiado lejano tu lazonia te
abandonará, muchacho, y saldrás a la noche en busca de lo que ya perdiste.”
“Trata de decir la mayor cantidad
posible de verdades, aunque te perjudiquen. Desconfía de toda verdad que no
duela.”
“Un autor sin lectores no es
escritor. Es como una puta sin clientes.”
“-Bueno, ¿y? Me odias. ¿Vienes a
visitarme, a verme, o darme el pésame?
-Las tres cosas.
-Entonces sírvete un trago.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario