domingo, 20 de abril de 2014

Tinta Roja / Alberto Fuguet


“Martin me ha dicho que todo aquello que uno entrega, no lo recupera. Algo así. Él insiste en comparar la literatura con el agua. Dice que uno tiene acumulada dentro del cuerpo una limitada cantidad de litros que cada vez que la usa, sea para bien o para mal, caen gotas. Una novela puede gastar unos cuatrocientos centímetros cúbicos. Un cuento, treinta. Una columna, quince. Y vamos sumando. Vergara piensa que por escribir tanto me quede sin nada que decir. Desperdicie mis litros. Termine vacío. Seco.”


“-Estoy todo transpirado, mira, toca.
-No seas asqueroso.
-Esa es la idea.
-Chao Alfonso. Te quiero.
-A veces. Solamente a veces. Y nunca lo suficiente.”



“No se puede uno fiar de un hombre al que le faltan sus presas, Pendejo. Un hombre sin piernas no es un hombre. Es un espectáculo.”


“-¿Motivos?
-Amor, supongo.
-Pasión. Pendejo. Celos, ansia, deseo. Pero no amor. ¿Entiendes? El amor es otra cosa. Lo que pasa es que no se puede vivir sin amor; la gallada hace lo posible por encontrarlo. Por eso lo confunden todo y queda la tendalada. Por eso se habla de crimen pasional.”


“-Consejo tres: por sensacionalista que seas, recuerda que eso te pudo pasar a ti. No solo ser acecinado. Asesinar también. O violar. Nunca se sabe. Cuantas noches a uno no se le ha pasado la mano. El ser humano es muy débil, muy frágil, Pendejo; la rabia puede traicionar tus principios mas sólidos. Nunca juzgues y ten piedad; no te olvides que nadie nace queriendo ser pato malo. Sucede. Uno propone y Dios, supongo, dispone. La única diferencia entre tú y ese acecino es que tú lo pensaste y él lo hizo. O lo pillaron. Nadia está a salvo y todos, de alguna manera, tienen la razón, que no se te olvide Pendejo (…)”


“No me juzgues así como me ves esta noche. Decrépita, vieja, deshecha. Trata de recordarme como no me conociste, muchacho. Cuarenta años atrás, ya estarías embobado, hechizado de mi, imaginando desesperadamente cualquier treta con tal de acostarte con migo. Ahora a cambio, te doy asco, te apabulla mi fama y quieres huir porque sabes que colecciono carne joven. Pero algún día no demasiado lejano tu lazonia te abandonará, muchacho, y saldrás a la noche en busca de lo que ya perdiste.”



“Trata de decir la mayor cantidad posible de verdades, aunque te perjudiquen. Desconfía de toda verdad que no duela.”



“Un autor sin lectores no es escritor. Es como una puta sin clientes.”


“-Bueno, ¿y? Me odias. ¿Vienes a visitarme, a verme, o darme el pésame?
-Las tres cosas.
-Entonces sírvete un trago.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario