miércoles, 9 de marzo de 2016

El vino de la A a la Z / Maria Martinez

-Cabezón: Vino demasiado alcoholico.


-Envés: Caja inferior de la caja.


-Diatomea: Material utilizado para filtrar vino, formado por caparazones microscópicos de organismos prehistóricos (Las Diatomeas).


-Gamay: Variedad tinta base de los vinos de la región de Beaujolais. Sus vinos son mas pálidos y azulados que la mayoría de los tintos; de alta acidez, carácter frutal, bajo contenido de alcohol y cuerpo ligero. Su frescura y bajo potencial de guarda invita a beberlos tan pronto como llegan al mercado.


-Grande Vidure: Antiguo sinónimo francés de la variedad Carmenere, poco usado en la actualidad.


-Licor de tiraje: Caldo de levadura y azúcar de caña que se añade a los vinos para activar la segunda fermentación (Responsable de producir las burbujas de anhídrido carbónico. En el método Charmat de licor de tiraje se adiciona dentro de grandes estanques; mientras que en los espumantes, elaborados con el método natural o champainoise, el licor de tiraje de adicionara en cada botella para que así se produzca la segunda fermentación dentro de estas.


-Ribete: Color de tonalidad más clara que adquiere el vino en las orillas al contacto con la copa.


-Soso: Vino sin aromas, acidez, u otro sabor.

-Suave: Vino apetecible, que produce una sensación táctil agradable al pasar por el paladar.

-Sulfídrico: en la cata y degustacion, es el olor desagradable que recuerda huevos podridos (HidrogenoSulfuroso H2S)


-Tastevin: Pequeño recipiente cilíndrico, generalmente de plata y fondo convexo, utilizado en europa almenos desde el siglo XIV para degustar vino dentro de las oscuras bodegas subterráneas. Hoy remplazado por las copas de vidrio o cristal transparente, los tastevin se ha convertido en el símbolo de los sommeliers, de alli que los profesionales mas tradicionales lo lleven colgando al cuello como parte de su uniforme de servicio.


-Troken: Seco en aleman. El termino se utiliza para vinos que aun a pesar de tener más de 5 gramos de azucar residual por litros (abocados), gracias a su elevada acidez o elevado contenido de anihidrico carbonico, se perciben como secos.


-UK: Sigla para abrebiar United Kingdom (o reino unido es español). Territorio formado por las islas de Europa del Oeste, incluyendo una pequeña parte norte de la isla de Irlanda. Despues de Alemania es el segundo mercado que recibe el mayor volumen de vinos importados del mundo (alcanzo los 12,5 millones de hectolitros para el 2004). A diferencia de Alemania y EEUU (el tercer pais inportador de vinos para el mismo año), UK no es un gran productor de vinos, solo produce pequeñas cantidades de vinos corrientes para el uso local.


-Untuoso: Vino sedoso, oleoso, dulzón, que se adhiere a la copa y deja rastros suavbes en la boca.


-Viejo mundo: Termino que surge como contra parte de grupo de paises que conforman el llamado Nuevo Mundo, Esta conformado por paises que conservan una antigua historia vitivinicola, como Francia, Italia, Alemania, España y Portugal; mas no por ello necesariamente, ligados a metodos de vinificacion tradicionales; sino mas bien, con una marcada influencia del terroir, o de la importancia de origen de las uvas, mas que su variedad en la elaboración de sus vinos.

lunes, 8 de febrero de 2016

La insoportable levedad del ser / MILAN KUNDERA

"Sintio en su boca el suave olor de la fiebre y lo aspiro como si quiciera llenarce de las intimidades de su cuerpo"


"Lo que diferencia a la persona que ha cursado estudios de un autodidacta no es el nivel de conocimientos, sino cierto grado de vitalidad y confianza en si mismo."


"Tu cuerpo es como los demas cuerpos; no tienes derecho alguno a la verguenza; no tienes motivo alguno para ocultar algo que se repite en decenas de millones de ejemplares".


"Era el vertigo.El embriagador, el insuperable deseo de caer."


"-No es que no me agrade ser fuerte-dijo-,pero¿para qué necesito estos musculos en ginebra? Los llevo como un adorno. Como unas plumas de pavo real. Nunca en mi vida me he pelado con nadie."


"Desde la infancia considera los libros como contraseña de una hermandad secreta. Un hombre que tiene en casa esta biblioteca no puede hacerle daño."


"El amor comienza por una metafora. Dicho de otro modo: el amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poetica."


""Einmal ist keinmal" Lo que solo ocurre una vez es como si no ubiera ocurrido."


"Pensaba que la muchacha del sueño no se parecia a ninguna de las mujeres que jamas habia visto. La muchacha que le habia parecido intimamente conocida era precisamente una completa desconocida. Pero era precisamente la que siempre habia anhelado. Si existe para él algun Paraiso personal, en ese paraiso tendría que vivir con ella. La mujer del sueño es el "es muss sein!" de su amor."


"Sin ningun tipo de preparacion teologica, espontaneamente, comprendí desde niño la incompatibilidad entr5e la mierda y Dios y, de ahi, cuan dudosa resulta la tesis basica de la antropologia cristiana segun la cual el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Una de dos: o el hombre fue creado a semejanza de Dios y entonces Dios tiene tripas, o Dios no tiene tripas y entonces el hombre no se le parece."


"Antes de que se nos olvide, seremos convertidos en kitsch. El kitsch es una estacio de paso entre el ser y el olvido."


"Teresa las mira con simpatia y piensa (es una idea recurrente desde hace ya años) que la humanidad vive a costa de las vacas, del mismo modo en que la tenia vive a costas del hombre: se ha enganchado a su teta como una sanguijuela"

jueves, 14 de enero de 2016

El fantasma de Caterville; Oscar Wilde

"Tenía la muchacha el paso tan leve, y él una melancolía tan honda, que no se dio cuenta de su presencia hasta que ella le habló"

Le Petit Prince / El Principito; Antoine de Saint-Exupéry

"-Si quieres domesticame- dijo.
-Me gustaría mucho- contesto el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Quiero conocer amigos y descubrir muchas cosas.
-No se conoce, sino lo que se domestica- Dijo el zorro-.Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada. Compran cosas hechas en las tiendas."


"-No debí escucharla, no hay que escuchar a las flores-me confió un día-. Solo hay que mirarlas y olerlas. La mía embalsamaba mi planeta, pero no supe apreciarlo. Esa historia de las garras, que tanto mi irritó, mas bien debió enternecerme.
Y me hizo otra confidencia:
-No supe comprender nada entonces. Debí juzgarla por sus actos, no por sus palabras. Me daba su aroma y me iluminaba. !Jamas debí huir! Tendría que haber adivinado la ternura que escondía detrás de sus ingenuas astucias. !Las flores son tan contradictorias! Pero yo era muy joven para saber amarla."


"Yo tengo una flor a la que riego todos los días -añadió-. Tengo tres volcanes que deshollino una vez por semana, porque limpio también el que está inactivo. Nunca se sabe. Es bueno para mis volcanes y para mi flor que yo sea su dueño. Pero tú no eres de ninguna utilidad para las estrellas."


jueves, 10 de septiembre de 2015

MOULIN ROUGE / PIERRE LA MURE


“Recuerda, hijo mío, que la vida al aire libre y a pleno sol es la única sana; todo lo que está privada de libertad se desnaturaliza y muere rápidamente (…)” Conde Toulousse-Lautrec

“Los libros son un gran consuelo, el mayor de todos.” Condesa de Lautrec

“Los libros le habían ayudado a olvidar, acaso le ayudarían también a vivir.”

“-Mamá quiero ser artista.
Un grito se escapó de los labios de la condesa.
-¿Artista?
La palabra resonó en su espíritu con notas infames.”


“-Lo malo que tiene- continuo Rachou, desentendiéndose de las desmayada expresión de Henri- es que eres demasiado tímido, demasiado correcto y condenadamente limpio. ¡Fíjate, mira tus uñas!  Merde, alors! Un poco de porquería no le hace daño a nadie. Y otra cosa: Deberías decir Merde, Nom de Dieu y “Te voy a escupir en la cara” una y otra vez como todo el mundo. Entonces nadie pensaría que eres distinto, que eres un ser aparte de los demás.”


“Anquetín era de aspecto atractivo, con su cabellera rubia siempre desmelenada. Las modistillas se volvían a mirarle y le hacían gestos a aquel joven de barba amarilla y estropeado sombrero de copa. Pero fracasaba con las mujeres por las muchas ilusiones que depositaba en ellas. La ignorancia y estupidez femeninas le descorazonaban. Intentaba poner a prueba la inteligencia de sus amantes, como algunos hombres someten a difíciles pruebas de moral a las suyas, y con los mismos resultados negativos. (…)”




“Afuera, la lluvia tamborilea monótona contra los pizarrosos tejados de las buhardillas, gotea sucios lagrimones sobre ruinosas fachadas de las casas, se escurre por los aleros, gorgotea por los desagües y se desliza por entre los relucientes guijarros, donde se estanca, aquí y allá, formando espejos de quebrados bordes. En Montmartre la lluvia tenía una melancolía peculiar, más intensa que en ningún otra parte de Paris. Era como la imagen liquida de la desolación: la miseria hecha agua.”

“Se retorcía, meneaba las nalgas, te clavaba las uñas en la espalda y te daba mordiscos en el cuello diciéndote en el oído que la estabas matando. Palabras mon vieux, nada más que palabras. Las mujeres son frígidas, y no lo puedes remediar. Su constitución, fisiológicamente, es igual a la de los peces…”

“Volvió a sumirse en la contemplación del fuego. Distraídamente observaba las llamitas azules saltando como diminutas bailarinas en los leños encendidos, ¿Qué harían sus amigos en aquel momento? Lucas, ¿habría conseguido el beso que le apetecía? ¿Se habría rendido Julia frente a unas pieles de segunda mano? Tenía que ser delicioso que una linda muchacha le besara a uno…”

“De repente, su espíritu se exaltó, todo su ser se rebeló contra la injusticia de su suerte. ¿Qué había hecho él para no poder bailar como sus amigos? ¿Por qué no podía él tener una chica entre sus brazos? ¿Por qué no podía ser amado, él que desesperadamente ansiaba amar? ¿Qué crimen había cometido y por qué se le castigaba? ¿Por qué? ¿Por qué? Las palmas de sus manos estaban húmedas, le rechinaban los dientes con furia, su cuerpo se retorcía en un espasmo de deseo y de rabia. (…)”

“(…) Ciertamente él era feo y cojo. Las palabras de la trotacalles de la cervecería aun resonaban en sus oídos. Pero algunas muchachas se casaban con cojos, ciegos o inválidos. ¿Era Denise una de esas admirables y desinteresadas muchachas, o era, como normalmente son todas las chicas, susceptibles tan solo ante un rostro bien parecido o un físico agradable? ¿Comprendería que el amor era algo más que una breve infatuación romántica y que la felicidad duradera residía en algo más que un par de piernas vigorosas y que la corrección de los rasgos fisionómicos? (…)”

“(…) ¡No puedes imaginarte, mamá, cual fácil es engañarse a uno mismo cuando se es cojo! Poco a poco le vas quitando importancia a tu fealdad, a tu cojera. Antes de que te des cuenta, ya estas creyendo que eres un joven presentable con un ligero defecto al andar, y no el cojo enano y grotesco que uno es.”

“Notaba algo extraño en él. Su aspecto era y no era el mismo. ¡Los ojos! Allí estaba el cambio: se habían agrandado, oscurecido; ya no eran alegres, infantiles.”


“Con secreta alegría descubrió que era un bebedor nato, capaz de absorber una asombrosa cantidad de alcohol sin que le produjera ningún trastorno aparente. Este hecho le causo una satisfacción inmensa. Había gentes que escalaban montañas o que saltaban a caballo vallas de seis pies de altura. Bueno, pues él también era capaz de hacer algo: ¡Era capaz de beber!”

“-Se podrá hacer el amor aquí, incluso si se es un enano, ¿no?
-¡Claro que sí! –asistió ella-. Grandes y pequeños, jóvenes y viejos, todos son iguales para nosotras. L`Amour, para eso es para lo que estamos aquí. Ahora voy arriba a llamar a las chicas.”

“Tal era Montmartre  en aquel verano del 88: un oasis de hedonismo ingenuo al margen de un mundo victoriano; el alegre distrito de la bohemia y de los despreocupados escarceos amorosos, un barrio semirural en la horda de París, con cerezos floreciendo en ls solares, con enamorados besándose en los quicios de las puertas y con lavanderas adolecentes bailando el cancán para divertirse y porque tenían hormiguillas en las piernas y radiantes corazones.
Era aún el viejo Montmartre, sucio, multitudinario y sentimental.”


“¿Usted, ingles, si? Ingleses muy simpáticos, very nice, muy gentiles, pero Londres very sad, muy triste. No amor en Londres; en París, mucho amor. En París, mujeres muy lovely, muy apasionadas. Mi muy apasionada con gentiles ingleses. Oh-la-lá!”

“(…) El mundo no era un lugar tan malo cuando todavía los cocheros eran capaces de reír bajo la lluvia. Reír, ese era el secreto; reír todo lo que se pudiera y pensar lo menos posible. ¿Cómo lo decía Bruyére: “No esperes a ser dichoso para reír, porque puedes morirte sin haber reido”. Buen tipo, el tal Bruyére…”

“-Voo comprenay, garsonn? Cat joo-lee p´tit femms. Oui, oui. Tray joo-lee. Oh-la-lá. Vive la France! ”

“-Tiene usted razón, señorita, toda la razón. Debería avergonzarme de mí mismo. Tengo la cabeza como el gorgonzola: apesta. Pero soy demasiado pobre para tener escrúpulos de conciencia literaria.”

“Sintió el cálido aliento de sus palabras sobre el cuello. Las puntas de sus dedos se pasearon por sus costados. Su voz se fue disolviendo en un susurro.
-Ya verás, voy a ser cariñosa contigo. Puedo ser cariñosa cuando quiero.
Ella se reincorporó con suavidad de reptil, deslizo su brazo bajo la espalda de Henri, apretó sus labios contra los suyos…
Y de pronto, ya no hubo más que la desnudez de ella envolviéndole, la humedad de sus lenguas…
Y arriba, en la ventana, la luna.”

“(…) La deseaba, le gustaba su depravación, su lujuria, su intoxicante y siempre renovada posesión de su cuerpo. Para tenerla le era preciso soportar su presencia. Dejarla salir suponía un riesgo. Era una vagabunda con la calle metida en la cabeza. Podía encontrarse con alguien… podría no regresar.”

“-Sé que está loca por un chulo cualquiera que ni siquiera se halla enamorado de ella. Entonces, ¿por qué me resulta irresistible? No lo sé. Al principio creí que se debía a la gracia de sus actitudes; posee una adorable plasticidad innata en sus posturas que me impresiona lo indecible. Vivir con ella es como vivir con una figura de Tanagra. Pero, naturalmente, no es eso. Luego, he creído que se debería a su lascivia, a la depravación de sus caricias. De ella se desprende una especie de poética obscenidad, de encantamiento viscoso…”

“-Te odio, ¿sabes? Te he odiado siempre a ti, a tu fea cara, a tus piernas. Un enano, eso es l que eres; un enano y un cojo. Un maldito cojo que ni siquiera puede andar. Te he odiado desde que te vi. Hasta cuando te decía que te quería te estaba odiando por dentro. Cuando me tocabas me repugnabas con todo tu cuerpo (…)”

“La risa es el recurso de los necios. Es mucho más fácil reír que tratar de comprender”



“-¡Obra! – Exclamó el conde sonriendo con ironía-. ¿Le llamas obra a eso? – Señaló las telas que colgaban en los muros-: ¡Eso  no es más que pornografía inmunda! ¡Un pretexto para beber y holgazanear en los prostíbulos y en los salones de baile!
-¡Pues a eso le llamo yo obra!- replicó vivamente Henri- Pero ¿Qué sabes tú de eso?¿ Cómo puedes saber qué es y qué no es una obra? Tú no has trabajado nunca.  Los de nuestra estirpe no lo han hecho jamás. El trabajo es servil, bueno tan solo para burgueses o villanos. ¡Nosotros somos grandes señores, señores de la espada! Nosotros estamos por encima de todo trabajo. El mundo nos debe un respeto a cambio del cual nada debemos entregarle. Somos tan nobles, llevamos tanta sangre azul en las venas, somos tan bien nacidos, estamos tan imbuidos de orgullo y prejuicio, que nos hemos vuelto inútiles, y todo lo que podemos hacer es asesinar animales indefensos o pavonearnos sobre nuestros caballos, y si tenemos suerte, morir bizarramente en un campo de batalla. Nos aureolamos con la gloria de nuestro nombre, como si se tratara de una proeza notable el simple hecho de haber nacido… La verdad es que nuestro mundo murió en Versalles y con María Antonieta, y acaso debiéramos haber muerto nosotros con ella definitivamente. No siendo así, somos los fósiles de una edad desaparecida, una especie de remotos dinosaurios. Dices que me junto con las prostitutas. Naturalmente que lo hago. Y soy yo quien tiene que agradecerles que quieran juntarse conmigo. ¿Qué otra clase de mujer lo harías? Dices que bebo. ¡Sí, lo hago! Y cada día un poco más. ¿Por qué? Porque bebiendo me olvido de mi fealdad, de mi aislamiento, del continuo dolor de mis piernas. ¿Te gustaría estar en mi lugar?¿Te gustaría tenerte que arrastrar como yo?¿Crees que te gustaría?... Bebo, claro que sí. Tú también beberías si estuvieras como yo. Todos tenemos modos de evadirnos. Mamá tiene las oraciones: tú, tus halcones y tos caballos. Yo… ¡Yo tengo el coñac! ¿Qué es lo que querrías que hiciese?¿Que me pasara la vida echado en una cama turca? Ya lo he intentado. Pero no he podido. Tampoco podrías tú…”

“-Creo que tengo cigarrillos. ¿Quiere uno?
-No, gracias señor, siempre he fumado en pipa, al menos desde que recuerdo. – Abandono las riendas sobre sus rodillas y se puso a buscar en sus bolsillos-. Una pipa es como una mujer. ¿Sabe? Uno se acostumbra a ella. Da calor y hace que uno se sienta acompañado. Una pipa, además, no habla.”


“-Ahora comprenderás el porqué de que los artistas se mueren de hambre- Observo Henri cuando discurría por una galería con las paredes atestadas de cuadros-. El arte constituye el ornamento más abundante y menos necesario de todos. Solamente los tantos, los genios o las personas que, como yo, no tienen otra alternativa, pueden elegir deliberadamente el arte como profesión.”


“-Quisiera que lo hubieras conocido. Te habría gustado… Los dos eran grandes artistas, aunque tan diferentes entre ellos como el día de la noche. Creo que el que sobretodo te hubiese gustado era Vicente. Resultaba difícil no quererle, aunque era un hombre extraño. Pero era demócrata igual que tú, y los dos hubierais estado de acuerdo acerca de la depravación de los viejos reyes y de la desfachatez de los aristócratas. Probablemente se habría enamorado de ti. Era tan tonto, pobre Vicente, que no le cabía en la cabeza que pudieran existir personas incapacitadas para el amor.
-¿Qué ha sido de él?
-Se suicidó.”


“Diáfana, iridiscente, casi dolorosa por la intensidad de la delicia(…)”


“Tiempo atrás se había preguntado con frecuencia que se sentiría amando a una muchacha bonita, inteligente y sensible. Ahora lo sabía. Era la más intensa emoción que podía experimentar sobre la tierra, la que hizo que Adán se decidiese a perder el Paraíso…”


“-Dices que no esperas a que yo te amé. Te equivocas, Henri. Todo el que ama espera ser amado. Tú también. No digas que no. Sigues creyendo que si fueras lo bastante amable, generoso y paciente yo acabaría enamorándome de ti. ¿Te acuerdas de cuando me decías que habías aprendido tu lección?... Entonces te creí, pero ahora sé que no te la aprendiste nunca. Nunca. Iras por la vida sin resignarte, confiando siempre en que te amara alguna muchacha, y quedando defraudado siempre, herido una y otra vez. Herido, sí, como yo te estoy hiriendo ahora. Fíjate, en cierto modo son iguales tu situación y la mía. Los dos deseamos lo que no está a nuestro alcance; los dos deseamos amor y no podemos alcanzarlo. Yo, porque he renunciado a él; tú, porque eres cojo y feo.”

“Papá, ahora tienes ocasión de realizar un acto de hombre de bien. Estoy encerrado. Y todo lo que está encerrado muere”



lunes, 3 de agosto de 2015

RAYUELA / JULIO CORTÁZAR



“Ella sufre en alguna parte. Siempre ha sufrido. Es muy alegre, adora el amarillo, su pájaro es el mirlo, su hora la noche, su puente el Pont des Arts”

“(…) la hizo Pasifae la doblo, la uso como a una adolecente, la conoció y le exigió las servidumbres de la más triste puta, la magnificó a constelación, la tuvo entre los brazos oliendo a sangre, le hizo beber del semen que corre por la boca como el desafío al Logos, le chupó la sombra del vientre y de la grupa y se alzó hasta la cara para untarla de si misma en esa última operación de conocimiento que solo el hombre puede dar a la mujer, la exaspero con piel y pelo y baba y quejas, la vacío hasta lo último de su fuerza magnifica, la tiró contra una almohada y una sábana y la sintió llorar de felicidad contra su cara que un nuevo cigarrillo devolvía a la noche del cuarto y del hotel.”

“(…) entonces la única posibilidad de encuentros estaba en que Horacio la matara en el amor donde ella podría conseguir encontrarse con él, en el cielo de los cuartos de hotel se enfrentaban iguales y desnudos y allí podría consumarse la resurrección del fénix después que él la hubiera estrangulado deliciosamente, dejándole caer un hilo de baba en la boca abierta, mirándola extático como si empezara a reconocerla, a hacerla de verdad suya, a traerla de su lado.”

“-Esa luz es tan usted, algo que viene y va, que se mueve todo el tiempo.-”

“(…) al fin y al cabo de esos viejos discos, de los shows boats, y de las noches de Storyville había nacido la única música universal del siglo, algo que acercaba a los hombres  más y mejor que el esperanto, la Unesco o las aerolíneas, una música bastante primitiva para alcanzar universalidad y bastante buena para hacer su propia historia, con cismas, renuncias y herejerías, su charleston, su black bottom, su shimmy, su foxtrot, su stomp, sus blues, para admitir las clasificaciones y las etiquetas, el estilo esto y aquello, el swing, el bebop, el cool, ir y volver del romanticismo y el clasismo, hoy y jazz cerebral, una música-hombre, una música con historia a diferencia de la estúpida música animal de baile, la polka, el vals, la zamba, una música que permitía reconocerse y estimarse en Copenhague como en Mendoza o en Ciudad del Cabo, que acerca a los adolescentes con sus discos bajo el brazo, que les daba nombres y melodías como cifras para reconocerse y adentrarse y sentirse menos solos rodeados de jefes de oficinas, familia, y amores infinitamente amargos, una música que permitía todas las imaginaciones y los gustos (…)”

“Si, ¿pero qué orden puede ser ese que no parezca el más nefasto, el más terrible, el más insanable de los desórdenes? El orden de los Dioses se llama ciclón o leucemia, el orden del poeta se llama antimateria, espacio duro, flores de labios temblorosos, realmente qué sbornia tengo, madre mía, hay que irse a la cama enseguida.”

“-Ándate, Horacio, va a ser lo mejor.
-Probablemente. Fíjate, de todas maneras, que si me voy ahora cometo algo que se parece casi al heroísmo, es decir que te dejo sola, sin plata y con un hijo enfermo.”

“-Nunca me explicaste bien qué andabas buscando por el Quai de Jemmapes.
-Oh, no buscaba nada.
-Tenías una moneda en la mano.
-Me la encontré en el cordón de la vereda. Brillaba tanto.”

“Es triste llegar a un momento de la vida en que es más fácil abrir un libro en la página 96 y dialogar con su autor(…)”

“(…) digamos que todo se acabó y que yo ando por ahí vagando, dando vueltas, buscando el norte, el sur, si es que lo busco. Si es que lo busco. Pero si no lo buscara, ¿qué es esto? Oh mi amor, te extraño, me dolés en la piel, en la garganta, cada vez que respiro es como si el vacío me entrara en el pecho donde ya no estás.”

“Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose solapados a la cosa en si, al presente puro, entristeciéndonos o aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario, la cara que mira hacia atrás abre grande los ojos, la verdadera cara se borra poco a poco como en las viejas fotos(…)”

“-Tiene un gato y muchísimos libros. Una vez subí a llevarle un paquete de parte de la portera, y me hizo entrar. Habían libros por todas partes. Esto lo tenía que pasar, los escritores son distraídos.”

“-Una artista como usted conocerá de sobra la comprensión y el snobismo del público. En el fondo yo sé que usted toca para usted misma.”

“-Hay ausencias que representan un verdadero triunfo- articuló increíblemente Oliveira.”

“Ahora empezara a reprochárselo, a desmontarlo poco a poco hasta que no quedará más de lo de siempre, un agujero donde soplaba el tiempo, un continuo impreciso sin bordes definidos “No hagamos literatura”, pensó buscando un cigarrillo después de secarse un poco las manos con el calor de os bolsillos del pantalón.”

“-Pobre amor el que de pensamiento se alimenta- citó Ossip.”

“-Con lo que ha pasado ya estamos metidos hasta las orejas- dejo Oliveira-. Especialmente ustedes dos, yo siempre puedo probar que legué demasiado tarde. Madre deja morir infante mientras atiende amante sobre alfombra.”

“Il faut tenter de vivre, ¿pourquoi?”

“En realidad nosotros somos como las comedias cuando uno llega al teatro en el segundo acto. Todo es muy bonito pero no se entiende nada. Los actores hablan y actúan no se sabe por qué, a causa de qué. Proyectamos en ellos nuestra propia ignorancia, y nos parecen unos locos que entran y salen muy decididos. Ya lo Shakespeare, por lo demás, y si no lo dijo era su deber decirlo.”

“-Sin lenguaje no hay hombre. Sin historia no hay hombre.
-Sin crimen no hay asesino. Nada te prueba que el hombre no hubiera podido ser diferente.”

“-¿Qué punto de comparación tenés  para creer que nos ha ido bien? ¿Por qué hemos tenido que inventar el Edén, vivir sumidos en la nostalgia del  paraíso perdido, fabricar utopías, proponernos un futuro? Si una lombriz pudiera pensar, pensaría que no le ha ido tan mal. El hombre se agarra de la ciencia como de eso que llaman un áncora de salvación y que jamás he sabido bien lo que es. La razón segrega a través el lenguaje una arquitectura satisfactoria, como la preciosa, rítmica composición de los cuadros renacentista, y nos planta en el centro.”


“-Y esas crisis que la mayoría de las personas consideran como escandalosas, como absurdas, yo personalmente tengo la impresión de que sirven para demostrar el verdadero absurdo, el de un mundo ordenado y en calma, con una pieza donde diversos tipos toman café a las dos de la mañana, sin que realmente nada de eso tenga el menor sentido como no sea hedónico, lo bien que estamos al lado de esta estufita que tira tan meritoriamente. Los milagros nunca han parecido absurdos; absurdo es lo que los precede y los sigue.”

“-Me dan ganas de romperte la cara- dijo Oliveira, cebando el mate.
-¿Qué culpa tengo yo?
-No es por una cuestión de culpa, che. Sos  dostoievskianamente asqueroso y simpático a la vez, una especie de lame culos metafísico. Cuando te sonreís así uno comprende que no hay nada que hacer.”

“¿Para qué nos vamos a engañar? No se puede vivir cerca de un titiritero de sombras, de un domador de polillas. No se puede aceptar a un tipo que pasa el día dibujando con los anillos tornasolados que hace el petróleo en el agua del Sena. Yo, con mis candados y mis llaves de aire, yo que escribo con humo. Te ahorro la réplica porque lo veo venir: No hay sustancias más letales que esas que se cuelan por cualquier parte, que se respiran sin saberlo, en las palabras, en el amor, o en la amistad. Ya va siendo tiempo de que me dejen solo, solito y solo. Admitirás que no me ando colgando de los levitores. Rajá, hijo de Bosnia. La próxima vez que me encontrés en la calle no me reconozcas.”

“Et tous nos amours”

“-¿Se matan así los locos?
-No, vieja, pero de cuando en cuando se tiran el lance. Lo mismo que los cuerdos, si me permitís la mala comparación.”

“-Dime por qué te levantaste, fuiste a la ventana y suspiraste.
-No me tiré.
-Idiota.”

“Tendría que repasar algunas cosas, el tiempo y su esmeril suavecito.”

“(…) es incapaz de perseverar, no tiene el menor sentido de las distancias, el tiempo se le hace triza en las manos, anda a tropezones con el mundo.”

“Anda a saber si no sos vos la que esta noche me escupe tanta lastima, Anda a saber si en el fondo no hay que llorar de amor hasta llenar cuatro o cinco palanganas. O que te las lloren, como te las están llorando.”


“-Todo se deshace cuando lo agarrás, hasta cuando lo mirás- dijo Pola-. Sos  como un ácido terrible, te tengo miedo.
-Haces demasiado caso de unas metáforas.
-No es solamente que lo digas, es una manera de… No sé, como un embudo. A veces me parece que me voy a ir resbalando entre tus brazos y que me voy a caer en un pozo. Es peor que soñar que uno se cae en el vacío.”


“En un plano de hechos cotidianos, la actitud de mi conformista se traduce por su rechazo a todo lo que huele a idea recibida, a tradición, a estructura gregaria basada en el miedo y en las ventajas falsamente reciprocas. Podría ser Robinson sin el mayor esfuerzo. No es  misántropo, pero solo acepta de hombres y mujeres la parte que no ha sido plastificada por la superestructura social; él mismo tiene medio cuerpo metido en el molde y lo sabe, pero ese saber es activo y no la resignación del que marca el paso. Con su mano libre se abofetea la cara gran parte del día, y en los momentos libres abofetea a los demás, que se lo retribuyen por triplicado. Ocupa así sus líos monstruosos que abarcan amantes, amigos, acreedores y funcionarios, y en los pocos ratos que le quedan libres hace de su libertad un uso que asombra a los demás y que acaba siempre en pequeñas catástrofes irrisorias, a la medida de él y de sus ambiciones realizables; otra libertad más secreta y evasiva lo trabaja, pero solamente él (y eso apenas) podría dar cuenta de sus juegos.”


“(…) como siempre, le atraían las manos de las mujeres, sentía la necesidad de tocarlas, de pasar sus dedos por cada falange, explorar con un movimiento como de kinesiólogo japonés la ruta imperceptible de las venas, enterarse de la condición de las uñas, sospechar quirománticamente líneas nefastas y montes propicios, oir el fragor de la luna apoyando contra su oreja la palma de una pequeña mano un poco húmeda por el amor o por una taza de té.”

“(…) de pronto un nuevo mar, un diferente oleaje lo arrancaba del automatismo, lo confrontaba, parecía denunciar oscuramente su soledad enredada de simulacros. Encanto y desencanto de pasar de una boca a otra, de buscar con los ojos cerrados un cuello donde la mano ha dormido recogida, y siente que la curva es diferente, una base más espesa, un tendón que se crispa brevemente con el esfuerzo de incorporarse para besar o morder. Cada momento de su cuerpo frente a un desencuentro delicioso, tener que alargarse un poco más, o bajar la cabeza para encontrar la boca que antes estaba ahí tan cerca, acariciar una cadera más ceñida, incitar a una réplica y no encontrarla, insistir, distraído, hasta darse cuenta de que todo hay que inventarlo otra vez, que el código no ha sido instituido, que las claves y las cifras van a nacer de nuevo, serán diferentes, responderán a otra cosa. El peso, el olor, el tono de una risa o de una súplica, los tiempos y las precipitaciones, nada coincide siendo igual, todo nace de nuevo siendo inmortal, el amor juega a inventarse, huye de sí mismo para volver en su espiral sobrecogedora, los senos cantan de otro modo, la boca besa más profundamente o como de lejos, y en un momento donde antes había como cólera y angustia es ahora el juego puro, el retozo increíble, o al revés,  a la hora en que antes se caía del sueño, el balbuceo de dulces cosas tontas, ahora hay una tensión, algo incomunicado pero presente que exige incorporarse, algo como una rabia insaciable. Solo el placer en su aletazo último es el mismo; antes y después el mundo se ha hecho pedazos y hay que nombrarlo de nuevo, dedo por dedo, labio por labio, sombra por sombra.”

“La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que están ahí al alcance del salto que no damos.
La vida, un ballet sobre un tema histórico, una historia sobre un hecho vivido, un hecho vivido sobre un hecho real.
La vida, fotografía del número, posesión en las tinieblas (¿Mujer o monstruo?), la vida, proxeneta de la muerte, esplendida baraja, tarot de claves olvidadas que unas manos gotosas rebajan a un triste solitario.”


“La música pierde melodía, la pintura pierde anécdota, la novela pierde descripción.”


“Los perfumes, los himnos órficos, las algalias en primera y en segunda acepciòn... Aquí olés a sardónica. Aquí a crisoprasio. Aquí, esperá un poco, aquí es como perejil pero apenas, un pedacito perdido en una piel de gamuza. Aquí empezas a oler a vos mismas. Qué raro, verdad, que una mujer no pueda oler como la huele el hombre. Aquí exactamente. No te muevas, dejame. Olés a jale real, a miel en un pote de tabaco, a algas aunque sea tòpico decirlo. Hay tantas algas, la Maga olía a algas frescas, arrancadas al último vaivèn del mar. A la ola misma. Ciertos dìas el olor a algas se mezclaba con una cedencia más espesa, entonces yo tenía que apelar a la perversidad - pero era una perversidad palatina, entendé, un lujo de bulgaròctono, de senestal rodeado de obediencia nocturna-, para acercar los labios a los suyos, tocar con la lengua esa ligera llama rosa que titilaba rodeada de sombra, y después, como hago ahora con vos, le iba apartando muy despacio los muslos, la tendía un poco de lado y la respiraba interminablemente, sintiendo cómo su mano, sin que yo se lo pidiera, empezaba a desgajarme de mí mismo como la llama empieza a arrancar sus topacios de un papel de diario arrugado. Entonces cesaban los perfumes, maravillosamente cesaban y todo era sabor, mordedura, jugos esenciales que corrían por la boca, la caída en esa sombra, the primeval darkness, el cubo de la rueda de los orígenes. Sí, en el instante de la animalidad más agachada, más cerca de la excreción y sus aparatos indescriptibles, ahí se dibujaban las figuras iniciales y finales, ahí en la caverna viscosa de tus alivios cotidianos está temblando Aldebarán, saltan los genes y las constelaciones, todo se resume alfa y omega, coquille, cunt, concha, con, coño, milenio, Armagedón, terramicina, oh cállate, no empecés allá arriba tus apariencias despreciables, tus fáciles espejos. Que silencio tu piel, qué abismos donde ruedan dados de esmeralda, cínifes y fenices y cráteres...”






Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balpamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.”