“¡Ah! ¡Sí esta sólida, excesivamente solida carne pudiera
ablandarse, derretirse y convertirse en suave rocío! ¡Si no hubiese impuesto
Dios su sagrada ley contra el suicidio!... ¡Dios mío, Dios mío! ¡Qué enojosas
insulsas y vanas me parecen todas las usanzas del mundo! ¡Oh! ¡Qué mezquindad, que asco! El mundo asemeja
un jardín cubierto de maleza y plantas espigadas, cuyos productos infectos y
ruines, se han enseñoreado de él por completo…” Hamlet/ Escena tres/ CUADRO PRIMERO.
“(…) sus frívolos agasajos, considéralo como un capricho
efímero y como devaneos de la juventud ardorosa, una violeta de la florida
primavera de la existencia; precoz, pero no permanente; suave, pero no
duradera; perfume que deleita un solo instante,
nada más.” Leartes/ Escena1/ Cuadro
tercero
“(…) No reveles tus pensamientos, ni ejecutes ninguna idea
conveniente. Muéstrate afable y sencillo, pero, en manera alguna, vulgar. Los
amigos que tengas y cuya adhesión haya puesto a prueba, sujétalos a tu alma con
cadena de acero; pero no encallezcas tu mano agasajando a todo camarada recién
salido del cascaron y sin plumas. Procura evitar toda contienda, pero, una vez
en ella, sostenla de modo tal que el adversario tema. Presta a todos oídos,
pero a pocos tu voz. Escucha la opinión de todos, pero reserva tu juicio. (…)”
Polonio/ Escena2/ Cuadro Tercero
“! Oh vosotras todas, legiones celestiales! ¡Oh tierra! ¿Y
qué más? ¿Añadiré al infierno?... ¡Qué horror! Sosiégate, corazón y vosotros,
no caduquéis en instante: mantenedme enhiesto!... ¡Que me acuerde de ti! Sí, alma desventurada, mientras la memoria
ocupe un sitio en mí trastornada cabeza. ¡Que me acuerde de ti! Sí: borrar
quiero del registro de mi memoria todos los recuerdos vanos y triviales, todas
las sentencias de libros, todas las firmas, todas las impresiones pasadas que
en él dejaron la juventud y la obsesión. Solo t mandato vivirá en las páginas
del libro de mi cerebro, sin mezcla de escoria alguna. Sí, por dios lo juro… ¡Oh
tú, la más perversa de las mujeres! ¡Oh tú, infame, infame, risueño y criminal
infame! ¡Ah, mi libro de memorias… ¡ Escribiré en él que se puede sonreír y ser
un malvado; (…)” Hamlet/ Escena2/ Cuadro
Cuarto
“ ! Oh, Qué lástima que se haya trastornado tan noble
inteligencia! Ojo de cortesano, lengua de letrado, espada de guerrero;
esperanza y rosa de este prospero reino; espejo de elegancia, modelo de
cortesía, ideal que atraía la mirada de todo observador… ¡Perdido, completamente perdido! (…)” Ofelia/
Escena5/ Acto tercero/ Cuadro Octavo
“(…) No me miréis; no sea que con tales gestos de dolor se
modifiquen mis fieros designios, y entonces lo que debo levar a cabo perdería
su verdadero matiz, corriendo lágrimas en lugar de sangre.” Hamlet/ Escena4/ Cuadro undécimo/ Acto Cuarto
“¿Cuánto tiempo puede estar un hombre enterrado sin
corromperse?” Hamlet/ Escena2/ Acto Quinto/ Cuadro Decimonoveno
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